El secretario general de la OMT, Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai, aprueba la propuesta de Barack Obama de poner en práctica medidas para agilizar la tramitación de visados y la entrada de visitantes extranjeros, con el fin de crear empleo y estimular el crecimiento económico de los Estados Unidos.

El máximo responsable de la OMT explicó que por cada puesto de trabajo que se crea en el sector turístico se crean 1,5 puestos de trabajo en otros sectores, por lo que considera imprescindible en la situación actual dar apoyo al sector.

«La facilitación de los viajes está estrechamente relacionada con el desarrollo del turismo y puede ser un instrumento esencial para que la economía turística crezca y se creen puestos de trabajo», justificó Rifai.

Obama argumenta su propuesta explicando que las restricciones impuestas tras los atentados de 2001 son uno de los motivos que han hecho descender la importante industria del turismo y declaró: “Quiero más turistas aquí mañana, quiero que Estados Unidos se convierta en el principal destino turístico en el mundo”.

Obama llama a asegurar que las agencias estatales encargadas de la tramitación de visados y las de seguridad realicen “mejoras regulatorias” con el fin de “mejorar y acelerar el viaje y llegada en Estados Unidos por ciudadanos extranjeros”, siempre de forma “consistente con las necesidades en materia de seguridad”.

Entre otros, Obama instruyó “desarrollar un plan de implementación” para aumentar, en el plazo de 60 días, en 40% la capacidad de procesar solicitudes de visados para no inmigrantes (turísticos) tanto en China como en Brasil, dos de los países que más han incrementado las visitas turísticas a Estados Unidos.

Otra de las medidas para agilizar el turismo es “garantizar que el 80% de los solicitantes de visa no inmigrantes sean entrevistados en un máximo de tres semanas desde la recepción de su petición”.

Según argumenta el mandatario, estas medidas se deben a la importancia que el turismo tiene para la economía estadounidense. Estados Unidos perdió entre 2000 y 2010 más del 3% de la cuota global de lo que los turistas extranjeros gastan en sus viajes en el mundo.