El ex jefe de la compañía aérea australiana Qantas, Tony Webber, generó mucho revuelo con su última declaración con la que sugirió cobrar un pago adicional a las personas en sobrepeso. El economista explica que mientras trabajó en la compañía aérea australiana Qantas, pasó muchos meses intentando optimizar el consumo de combustible y estudió todas las razones que actúan sobre él, entre las cuales identificó el exceso de peso llevado en el avión.

Por esta motivación afirma Tony Webber, “Si los pasajeros pesan más, el avión consume más combustible, los costes de las aerolíneas aumentan y estos gastos no deben recaer en los clientes que siguen una dieta y controlan su peso”.

En general, la controvertida idea de introducir tasas adicionales para los obesos no es nueva. Por ejemplo, en 2010, Air France y KLM propusieron imponer cargos adicionales a los pasajeros con sobrepeso.

Según The Telegraph, en las zonas rurales de Indonesia pesan a los viajeros con el equipaje antes del vuelo. Y, por ejemplo, el requisito de Continental Airlines se reduce al hecho de que el pasajero tiene que caber en el asiento con los apoyabrazos bajos y el cinturón de seguridad se debe sujetar con una sola extensión.

También British Airways tiene su política para los pasajeros obesos: al viajero se le ofrece un extensor del cinturón de seguridad; si no es suficiente, tiene que pagar por un segundo lugar.

La mayoría de los problemas con las personas con sobrepeso se produce en las compañías aéreas de EE. UU., ya que no hay extensores de cinturones suficientes. Según The Telegraph, hubo ocasiones en que las aerolíneas tuvieron que retirar a los pasajeros excedidos de peso del vuelo por la escasez de asientos libres adicionales. Un día, cuenta el periódico, una persona tuvo que permanecer de pie durante siete horas en un vuelo de Filadelfia a Anchorage por el hecho de que su vecino de asiento sufría sobrepeso