El pasado miércoles 18 de julio la Comisión Europea anunció que extenderá las restricciones en los líquidos del equipaje de mano más allá de abril 2013, fecha en la cual, según la idea inicial de la Comisión europea, se habrían eliminado las limitaciones relativas a los liquidos y se habrían dotado los aeropuertos europeos de nuevos escáneres capaces de detectar explosivos. Esta estrategia inicial se ha tenido que modificar por considerar que su supresión «podría presentar un riesgo operativo considerable debido a la escala del cambio».

Por ello, las restricciones se eliminarán sólo a partir de enero de 2014 y se hará de manera progresiva. A medida que se instalen los nuevos escáneres, se eliminarán las restricciones en algunos aeropuertos concretos. Los primeros líquidos que se podrán transportar libremente serán los comprados en las tiendas duty-free de los aeropuertos.

La Comisión europea presentará en otoño unas propuestas para modificar la legislación y concretar las diferentes fases para «lograr el objetivo final de escanear todos los líquidos lo más pronto posible».

«El riesgo que suponen los explosivos líquidos a la aviación civil sigue siendo significativo», ha dicho la Comisión en un comunicado. «Teniendo en cuenta los riesgos operativos y para la seguridad y la necesidad de salvaguardar los intereses de los pasajeros, será necesario un enfoque progresivo para introducir los escáneres de líquidos», ha añadido.

Las restricciones en cuestión –según las cuales cada pasajero sólo puede llevar en su equipaje de mano envases de 100 mililitros en una bolsa transparente de un litro de capacidad– se introdujeron en noviembre de 2006 tras descubrirse en Reino Unido un plan terrorista para hacer estallar al menos siete aviones en pleno vuelo entre Londres y Estados Unidos usando explosivos líquidos.