Hace ya unos tres años se registra en España una inversión de tendencia: España vuelve a ser un país de emigración. Según un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística desde enero 2012 a septiembre 2012 54.912 españoles han salido ya del páis para buscar trabajo o fortuna en el extranjero, lo que significa que una media de 200 españoles cada día dejan España en busqueda de nuevas oportunidades.

Los datos, elaborados por el INE han sido recogidos a partir de información disponible de los movimientos en frontera y de los datos del Padrón Municipal.

Según estimaciones del INE, si los movimientos migratorios siguen a este ritmo, a final de año los españoles que habrán salido rumbo el extranjero serán 75.000; en 2011 superó apenas los 61.000 y hace sólo tres años eran alrededor de 32.000.

Aunque muchos etiquetan la migración española como “fugas de cerebros” o “perdidas irreparables”, no todos piensan que ésta tiene necesariamente consecuencias negativas. Todo  lo contrario.

El profesor del IE Business School, Rafael Pampillón, señala que la experiencia laboral en el extranjero puede mejorar la formación de los que se marchan o que puede ser una válvula de escape para reducir las tensiones sobre el mercado laboral, ahorrar en subsidios y prestaciones y evitar que la tasa de paro se dispare hasta cifras aún más dramáticas.

Buenas noticias llegan desde países extranjeros que buscan profesionales. Según un artículo publicado ayer 16 de octubre en en el ABC, Austria busca 5.000 camareros y cocineros españoles; el sueldo ofrecido en media es de 1800 euros. Como suele decirse, no hay mal que por bien no venga.